Descripción
Una de las opciones más ampliamente empleadas en cerramientos metálicos es la reconocida malla romboidal o, como comúnmente se le conoce, malla de simple torsión.
Esta elección de cercado destaca por su versatilidad y durabilidad, siendo una presencia familiar a lo largo de los años. Su flexibilidad le permite adaptarse a diversos entornos, ofreciendo una protección sólida, segura y asequible.
Características y dimensiones
La malla de simple torsión que ofrecemos está conformada por tiras de alambre galvanizado n.º 14, entrelazadas con una torsión sencilla, dando forma al rombo (con una luz de 50 mm) característico de este tipo de cercado.
Además, contamos con la opción de malla de simple torsión plastificada en verde, modificando sus dimensiones a 50/17.
Los rollos de malla de simple torsión se presentan en dos formatos:
Uno estándar de tamaño completo.
Otro compacto, que ocupa la mitad del volumen.
Estos rollos suelen contener 25 metros de malla y están disponibles en diferentes alturas, siendo las más habituales 1,00 m, 1,25 m, 1,50 m, 1,75 m y 2,00 m.
Beneficios de la malla de simple torsión:
Además de su adaptabilidad al terreno, la malla de simple torsión ofrece otras ventajas notables. Su “elasticidad” dificulta cualquier intento de escalar o trepar por ella.
La presentación en rollos de 25 metros facilita su manejo, ya que es fácil de enlazar, separar o coser, sin importar si hay exceso o falta de malla.
Los rombos en la malla de simple torsión también desempeñan un papel crucial, permitiendo que el viento pase a través de ellos sin ejercer presión sobre el cercado, fortaleciendo así su estructura.
Gracias a estas características, la malla de simple torsión se erige como la opción preferida y más comúnmente seleccionada para una amplia variedad de cerramientos.






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